Evidentemente, si estás leyendo este texto es porque estás interesado en saber cuánta responsabilidad tienes en cómo te está yendo en tu vida. Quizás te preocupen los problemas que tienes en el trabajo, con la familia, con la pareja o con los amigos. Y tal vez te preguntes ¿Estoy haciendo algo mal para que las cosas no salgan como quiero? ¿Soy una persona tóxica?
Te felicito por tu valentía!!
A continuación vamos a analizar algunos aspectos que te van a permitir observar por tí mismo y llegar a la conclusión de si eres o no una persona tóxica. Cabe aclarar que este tipo de personas no es perjudicial solamente para los demás. Sino que lo es principalmente para sí misma. Y se caracteriza por los siguientes puntos:
Seguramente te has sentido identificado con algunos de estos ítems. Y como podrás notar hay diferentes grados de toxicidad. Es decir, aquellas personas que realizan todo lo que antes se describió serán muy tóxicas y si solo ves en ti algunos pocos, serás menos tóxica. Pero el caso es que esa toxicidad es la causante de todos nuestros problemas, malestares, sufrimientos y falta de esperanza de una vida mejor y más feliz.
En conclusión, podemos decir que todos somos en alguna medida tóxicos. Sin embargo, lo importante es darse cuenta de ello para ser capaces de cambiar nuestra realidad. El primer paso es comenzar a despertar.
Las causas de esto son muchas: Los aspectos negativos de la educación que hemos recibido de la sociedad y de la cultura en que nos encontramos. Los fanatismos religiosos, políticos, y sociales que tengamos. El egoísmo, la falta de amor hacia los demás, la hipocresía. Las exigencias de la vida actual, la competencia a la que estamos sometidos, la obligación de tener que ser exitosos en lo profesional y/o en lo económico. La falta de valores como el altruismo, la cooperación, el respeto, la caridad. Podríamos enumerar un sinfín de causas.
El conocimiento gnóstico nos enseña que antes de querer conocer las causas por las cuales somos tóxicos es necesario dar un primer paso y es: DARSE CUENTA y luego disponerse a un CAMBIO RADICAL.
Entendernos tóxicos nos da la posibilidad de cambiar. Con pequeños actos en la vida diaria y aplicando técnicas sencillas podremos ir conociendo las causas profundas e ir eliminándolas.
Porque saber que soy tóxico no me hace una mala persona, sino todo lo contrario. Habla de alguien que busca hacerse consciente y responsable de su vida y de lo que entrega a los demás. Porque lo más importante de saberse tóxico es que puedo cambiar y que le puedo dar un nuevo sentido a mi vida.
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