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La meditación

 

Las personas somos un universo por explorar, una galaxia, la cual podemos explicar de la siguiente manera:

Normalmente nosotros vivimos en un piso de nuestro templo interior como en otro. Es decir: hay personas que gravitan en un tercer piso nunca cambian. Siempre las mismas circunstancias o eventos los mismos hábitos preferencias fanatismos que no están dispuestos a dejar.

Hay quienes viven en los análisis, conceptos, las tesis o antítesis los métodos del razonamiento todo aquello relacionado a lo intelectual. Tampoco se les ocurre escaparse de tales experiencias de vida. Dichos pisos, nos mantienen dormidos o sea en diferentes tipos de sueño que no se parecen en nada a la realidad. Estos sueños, normalmente son repeticiones de nuestra vida diaria. Por ejemplo: si una persona vive en el piso de las emociones sus sueños reflejaran ciertas situaciones de miedo e inseguridad; así mismo si se encuentran en un piso de tipo sexual sus sueños se vinculan con la lujuria en donde se manifiestan defectos incoherentes tan sumergidos que cuesta trabajo entenderlos.

Por consiguiente, estos pisos o centros como también se denominan produce determinados sueños, por lo tanto, es indispensable conocer nuestro mundo interior.

La meditación es una técnica maravillosa que aporta innumerables beneficios al ser humano, permitiéndole obtener un mejor desenvolvimiento y equilibrio en sus actividades cotidianas.

Pasos de la meditación:

    • Relajación
    • Concentración
    • Shamadi

Se recomienda realizar la practica sentado en un cómodo sillón, en el lecho de cúbito dorsal o utilizamos la clásica posición de loto ubicando cada pie por encima del muslo opuesto practicada por el budismo y el hinduismo.

Lo primero es el dominio de la mente quietud y silencio retirando toda clase de pensamientos terrenales: recuerdo, apegos, sentimientos… sin identificarnos. Poco a poco, surgirá la real atención la mente quedará quieta ¨¨no pensar en nada¨¨. Es importante que antes de la concentración la mente este en blanco. 

Por lo tanto, debemos aprender a apartar nuestra mente de las cosas del mundo físico, dirigirnos hacia adentro, hacia el íntimo.

Recordando que nuestro cuerpo es una creación divina; aquello que sentimos en nuestro corazón una parte muy sublime que se encuentra nuestro real ser, el íntimo.

¿Quién es el altísimo dentro de nosotros?

El íntimo,

Para encarnar la verdad, debemos aprender a rendirle culto al íntimo, solo meditando profundamente en él podremos conocer la paz.

Sumidos en profunda meditación debemos provocar el sueño profundo, el cual nos llevara a lo que se conoce como estado de shamadi.

Entonces podremos así conocer nuestro mundo interior.

Los sueños son legitimas experiencias internas. Por ejemplo: si una persona desea estudiar una planta, el primer paso es concentrarnos en ella, luego meditar en ella, provocamos el sueño y nos dormimos.

Luego en visión de sueño podemos observar que la planta se convierte en un hermoso niño, o en una bella criatura.

Podemos conversar con ella, con ese hermoso vegetal y así vamos obteniendo información sobre las propiedades de esa planta, sobre sus poderes curativos, mágicos, etc.

Por medio de nuestro grado de conciencia despierta recibiremos este tipo de información.

Cada uno de nosotros deberemos aprender a interpretar los sueños. Aún los sueños más absurdos brindan algún tipo de información necesaria para acercarnos mucho más a nuestro avance espiritual.

También tenemos que darle más oportunidades a la conciencia, aprender a desarrollar la meditación, con el entrenamiento del día a día, aprendiendo a conectarnos con nuestra madre particular devi kundalini, por medio de la oración, se ira desarrollando la comprensión dentro de nosotros, el amor para comprender las circunstancias del diario vivir, de esta forma nos iremos entrenando, preparándonos para poder realizar la práctica de la meditación si no se hace verdaderamente difícil. Así lograremos durante la meditación liberar de la conciencia aquello hermoso que llevamos dentro.  

Nuestra esencia se encuentra enfrascada entre los distintos agregados psicológicos, también conocidos como pecados capitales. Al liberarla podremos experimentar lo verdadero de la vida. Lo cual debe ser de forma individual, por sí mismo.

Con la meditación podemos conocer lo real que hay dentro de nosotros. Todos los días es indispensable meditar, hay que tener constancia, dedicación, para obtener resultados.

 

La meditación debe ser honda, profunda, prolongada para podernos acercar a nuestra sabiduría interior, nuestra liberación.

 

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