La meditación

Es una técnica milenaria, que le permite a la persona poderse conectar más consigo mismo y con el entorno circundante a través de una mejor atención y concentración con lo que está haciendo.

La técnica de la meditación se plantea como un medio para conseguir paz, armonía, serenidad, ante el convulsionado sistema en el que vivimos, cada vez se nos plantean más obligaciones, exigencias y tiempo. La posibilidad de detenerse y poder ofrecerse a sí mismo un espacio especial ya sea en la casa, en el trabajo, en el parque, depende pura y exclusivamente de cada uno de nosotros, y esto bien vale la pena poderlo reflexionar ya que mejora ampliamente nuestra calidad de vida.

Reflexionemos:

¿cuántas veces cruzamos la calle mirando un celular?

¿o nos pasamos una parada de colectivo por estar pensando en lo que tenemos que hacer?

¿o nos olvidamos la llave en la puerta sin darnos cuenta?

Podríamos de esta manera citar muchos más ejemplos, pero cada uno reflexionemos y completemos con nuestros propios ejemplos cotidianos y veremos como la lista tiene varios renglones.

De esta forma se consigue con la meditación aumentar la capacidad de concentración y focalización en aquello que se está haciendo aquí y ahora, aquietando el batallar avasallante de la mente y esto reduce ampliamente las posibilidades de sufrir accidentes.

Le permite a la persona poder estar en el instante, y aquietar la mente, sin necesidad de revivir acontecimientos pasados, ni de proyectar pensamientos hacia un futuro lejano e incierto, de esta forma recuperamos la capacidad de disfrutar del presente y esto trae como resultado una mayor vinculación con el entorno, con las personas, familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.

De esta forma podemos de manera gradual y progresiva ir conociéndonos a nosotros mismos, además nos ayuda a mejorar nuestra salud psíquica y mental por ello se recomienda para contrarrestar el estrés, la fatiga, la angustia, el miedo, las preocupaciones, las inseguridades, etc.

¿Qué dice la ciencia sobre la meditación?

Según la ciencia, la meditación como costumbre llevada a cabo diariamente durante largos periodo de tiempos conlleva múltiples beneficios a quienes la practican, entre los cuales se destacan:

Mayor capacidad memorística.

Mayor capacidad de aprendizaje.

Mas empatías con las de más personas.

Reducción de estrés.

Reducción del riesgo de depresión.

Mejora la capacidad de atención y concentración.

Mejor funcionamiento del sistema cardiovascular.

Todas estas conclusiones están basadas en estudios que a continuación relataremos:

Un equipo de neurólogos del “Centro Waisman de la Universidad de Wisconsin”, Estados Unidos, en colaboración con el “Monasterio Scheche”, de Katmandú, en Nepal, estudió los cerebros de un grupo de jóvenes monjes budistas discípulos de las escuelas de meditación Nyingmapa y Kagyupa, y los comparó con los de estudiantes universitarios estadounidenses.

El resultado de los encefalogramas y otras pruebas sobre ambos grupos reveló que el número de conexiones neuronales de los monjes era notablemente superior al de los universitarios. Es decir que tenían un cerebro más activo. También un estudio del “Hospital General de Massachussets” en colaboración con “la Universidad de Yale y el MIT”, midió diferentes aspectos del cerebro de un grupo de individuos que practicaban el mindfulness durante treinta minutos al día durante ocho semanas, frente a un grupo de control que no meditó.

Los resultados fueron un mayor grosor y densidad de materia gris en el hipocampo, la zona del cerebro relacionada con el aprendizaje, la concentración, la empatía y la memoria, así como una reducción del tamaño de la amígdala cerebral, el área relacionada con el estrés y la ansiedad. En el grupo de control, por contra, no se habían producido estos cambios.

Otro estudio de 2009 consignó importantes mejoras en pacientes con enfermedades coronarias gracias a la práctica continuada de la meditación. También The New York Times se hacía eco en 2007 de otro estudio que aseguraba que las personas que meditaban mejoraban su capacidad de concentración a largo plazo, es decir que podían permanecer más tiempo concentradas en una actividad sin sentir cansancio ni distracción.

 

 

¿cuál es el propósito fundamental de la meditación?

El propósito de la meditación es ganar conciencia sobre el funcionamiento de la propia mente y de quiénes somos.

La meditación científica tiene 10 reglas básicas fundamentales, sin las cuales resultaría imposible emanciparnos, liberarnos de los grilletes de la mente, las que se detallan a continuación.

 

Las 10 reglas de la meditación

1 Regla: Hacernos plenamente conscientes del estado en ánimo en que nos encontramos antes de que surja cualquier pensamiento.

2 Regla: Psicoanálisis: Indagar, inquirir, investigar la raíz el origen de cada pensamiento, recuerdo, afecto, emoción, sentimiento, resentimiento, etc. Conforme van surgiendo en la mente.

3 Regla: Observar serenamente nuestra propia mente, poner atención plena en toda forma mental que haga su aparición en la pantalla del intelecto.

4 Regla: Tratar de recordar, rememorar, esta sensación de contemplar de momento en momento durarte el curso común y corriente de la vida diaria.

5 Regla: El intelecto de asumir un estado psicológico receptivo integro, unitotal, pleno, tranquilo, profundo.

6 Regla: Debe existir continuidad de propósito en la técnica de meditación, tenacidad, firmeza, constancia, porfía.

7 Regla: Resulta agradable, interesante, asistir cada vez que se pueda a las salas de meditación.

8 Regla: Es perentorio, apremiante, necesario, convertirnos en vigías de nuestra propia mente, durante cualquier actividad agitada, revuelta, detenernos siquiera por un instante para observarla.

9 Regla: Es imprescindible, necesario, practicar siempre con los ojos cerrados a fin de evitar las percepciones sensoriales externas.

10 Regla: Relajación absoluta de todo el cuerpo y sabia combinación de meditación y sueño.

La aplicación de éstas 10 reglas de manera progresiva y constante nos permitirá vivenciar en un tiempo relativamente corto la ruta, el camino hacia nuestro autoconocimiento y desarrollo espiritual particular, aportándonos una manera de vivenciar lo real.

¿qué hacer?

Así como una persona respira, se alimenta para poder vivir también debería de poder dedicar unos minutos del día a realizar una meditación para poder mejorar su calidad de vida, ampliando de esta manera sus capacidades de manera significativa.

 

La meditación un puente para conocerse a uno mismo

La meditación permite conocernos a nosotros mismos de una manera muy detallada y profunda esto lo conocían bien  los antiguos griegos .

En el umbral del templo de Delfos existía una máxima griega que decía: Noscete Ipson. “Conócete a ti mismo”, ya ingresando al templo decía y “Conocerás al universo y a los dioses”. El estudio de sí mismo en última instancia concluye en la quietud y en el silencio de la mente.

Una mente quieta, serena, receptiva nos abre a un mundo insospechado de posibilidades nuevas a explorar. Siendo, un medio para alcanzar la ansiada felicidad que todos y cada uno persigue en su vida.