Medicina Gnóstica

La cultura en la que vivimos y la crianza que muchos hemos tenido, nos han llevado a alejarnos de la naturaleza, esto por concerniente. Ha hecho que olvidemos como tratar y curar enfermedades que en la actualidad aquejan a la humanidad.

En los antiguos tiempos no existían los medicamentos o fármacos que actualmente existen; en la antigüedad existían los grandes sabios: Chamanes, Gurús, Hechiceros, etc.; quienes conocían toda la magia que existe en la naturaleza y porque no en las plantas.

No podemos negar que la vida en el campo se hace dura con el pasar del tiempo, muchas personas creen que lo mejor es dejar el campo y vivir en las grandes ciudades o metrópolis, pero sí observamos un poca más allá, la gente del campo vive con energía, tienen una mejor calidad de vida que las personas que viven en la ciudad. Estos continuamente se están relacionando con esa Madre Naturaleza que es la que nos provee todo. 

Sin embargo, a lo largo de los siglos, los humanos se han ido alejando cada vez más del seno de la Madre Naturaleza, han olvidado su origen. Y ha quedado en la oscura profundidad del interior humano la sabiduría ancestral, “original”, que es propia del mismo hombre y de la creación entera. Permaneciendo oculta, pero latente.

Menospreciar los grandes avances e inventos que han surgido con el pasar del tiempo, sería un error, ya que estos han contribuido en un alto grado a encontrar curas para enfermedades que se han venido suscitando a lo largo de los años. Podríamos decir, que muchas de estas patologías han sido por causa del estrés, preocupaciones, afanes que hoy se presentan.

Podríamos afirmar decir que en gran parte un alto porcentaje de medicamentos que existen en el mercado actualmente se elaboran a base de plantas procesadas y un sin fin de otros químicos que muchas veces resultan ser dañinos y perjudiciales para la salud del cuerpo físico.

El mayor error del ser humano fue alejarse de la Pacha Mamá o Madre Naturaleza, como muchos le llaman; ella nos provee todo lo que el ser humano necesita para vivir y subsistir, claramente podemos ver el ejemplo en los animales, ellos no se preocupan porque comerán el día de hoy o donde dormirán, ellos viven el instante ahora, si están enfermos, buscan los alimentos o plantas con los que se curan, saben qué frutas o plantas consumir y fácilmente se curan.

¿Cómo sería la vida del Hombre si regresáramos a nuestro origen? Si hiciéramos aquel viaje de regreso a la Naturaleza, recuperaría la salud que se perdió por alejarnos de esa Madre Natura, la humanidad, desorientada, sigue buscando una cura para ese mal que le aqueja, creyendo que la encontrará afuera. Queriendo comprar con en el dinero esa salud perdida.

El Regreso a Casa.

El hombre debe volver al seno de la Madre Naturaleza, recuperar eso que ha dejado perder con el pasar de los años, recuperar la salud, tener esa armonía, paz que da la Naturaleza en todo su esplendor y poder curarse a sí mismo y porque no reencontrase con esa magia que se ha perdido.

Ya es tiempo de regresar al campo, de compartir e integrarse con ese ecosistema natural, ya que es ella la que nos provee los alimentos. El regreso es un proceso que se realiza despertando la magia de los sentidos físicos e internos, para despertar el encanto, el enigma de los campos.

Si se quiere recuperar la salud que se ha perdido, debemos desaprender lo aprendido e iniciar a aprehender nuevamente, cambiando nuestra forma de pensar, sentir y actuar. Debemos comenzar por cultivar nuestros propios alimentos, ver y sentir esa magia desde el momento que inicia la vida en las semillas y porque no disfrutar de esos alimentos que hemos visto crecer en cada uno de nuestros huertos. Regresar a la naturaleza es avanzar física y espiritualmente, Qué distinto sería, si los hombres y mujeres se dieran la oportunidad de experimentar, otra vez, la magia de la naturaleza descubriendo los misterios que cada planta y en cada ser viviente.

Un sabio contemporáneo Samael Aun Weor nos dice en su libro:

“Mientras la ciencia médica inventa remedios de patente, que cambia incesantemente como las modas de las mujeres, hay una antiquísima sabiduría médica, que tiene su origen en los primeros fundamentos del mundo, que jamás ha cambiado sus fórmulas.

Hasta ahora no habéis hecho mayor cosa que profanar cadáveres vegetales, animales y humanos. Pero ¿cuál de vosotros sabe manejar la vida? ¿Quién de vosotros, botánicos, vivisectores de las plantas, conoce a fondo el ocultismo de los vegetales?

¿Cuál sabe manipular los elementales de las plantas? Cada organismo vegetal es el cuerpo de un elemental de la Naturaleza, está dicho, y no es la planta la que cura, sino el elemental de la planta. El que quiera oficiar en el gran templo de la Sabiduría, tiene que saber manipularlas criaturas elementales de los vegetales.

Con las fórmulas exactas de esa arcaica sabiduría médica, se pueden curar todas las enfermedades, aun las llamadas incurables. La LEPRA, la SIFILIS y el CANCER resultan ser insignificantes, como juegos de niños, ante el terrible poder del médico gnóstico que maneja la vida.

“Gnosis” es el nombre de esa antigua sabiduría médica, que desde la aurora de la creación jamás ha cambiado sus fórmulas, porque son exactas como una tabla pitagórica. En ellas comulga la ciencia, la mística y el arte “regios”, dentro de un connubio divino”.(Tomado del libro Tratado de Medicina Oculta y Magia Práctica; Página 6, Samael Aun Weor)

La ciencia gnóstica nos enseña y nos da las bases para colocar en práctica todos y cada uno de estos misterios, por medio de estos estudios podemos recuperar la salud, rejuvenecer el cuerpo y porque no hasta lograr vencer la propia muerte física.

Cada ser humano que vive en una continua búsqueda de Dios y es en estos estudios que se logra encontrar el verdadero objetivo de la vida y del porqué venimos a este planeta.

Queremos llegar a la humanidad, no con el ánimo de ofender o herir, sino al contrario haciendo una invitación a todas las personas que leen estos párrafos para que reflexionen e inicien nuestros cursos de autoconocimiento, que se imparten a nivel mundial en distintos horarios, permitiendo así poder entender y comprender más en profundidad las enseña la doctrina gnóstica.