LA MAGIA DE LA PRIMAVERA Y UN NUEVO DESPERTAR

¿Será porque llegó la Primavera?

¿Te suena esta frase? ¿Alguna vez la oíste? ¿O tal vez … la pronunciaste inconscientemente?

¿Y has reflexionado en el real sentido de la misma? ¿Se refiere a un fenómeno meramente astrológico? ¿algún término de marketing? ¿o solo algo de moda?  Quien sabe …  ¿será una fuerza que actúa “mágicamente” en nosotros?

Trataremos de encontrar algunas respuestas.

Equinoccio  es una palabra que deriva del latín aequus “igual” ; nox “noche” ; indicando que el día y la noche tienen aproximadamente las mismas horas de luz en el hemisferio norte y en el hemisferio sur.

¿Y Primavera? Viene del latín “Prima” que expresa “primer” y “vera” que significa “verdor”

Este fenómeno se da dos veces al año, entre el 19 y el 21 de marzo en el hemisferio norte y entre el 22 y 23 de septiembre en el hemisferio sur. En esas fechas el día y la noche tienen aproximadamente la misma duración, 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad.

Si leemos todos los estudios realizados en libros de ciencias naturales, investigaciones, diccionarios, y también en poemas, narraciones, etc., nos enseñan:

La naturaleza despierta: la fertilidad y la reproducción se activan, es época de siembra. hay vida en abundancia!!! Hay más luz, calor, colores más vivos, las aves nos deleitan con sus cantos, crecen los arroyos, etc. Vemos, olemos, sentimos, palpamos eso que es difícil de expresar en palabras. Se repiten los verbos Renacer, renovar, reanimar, reproducir, regenerar, crecer, florecer …

Debemos saber que todos esos cambios influyen en nosotros, en nuestro físico, en nuestra psiquis y en nuestras emociones. Y debes conocer, que podemos utilizar esas fuerzas y energías para nuestro beneficio.

Y aún más, debemos conocer que también es una época de renovación y renacimiento Espiritual.

¿Cómo Influye la Primavera en nosotros?

Cuantas veces hemos escuchado “Debe ser el tiempo, el cambio de clima” y así queremos explicar nuestros cambios físicos y psicológicos pero pocas veces conocemos los efectos reales.

La mayor cantidad de luz solar, trae aparejados cambios en nuestros estados emocionales, el aumento en la producción de hormonas incrementa nuestra vitalidad, la alegría, la energía, la sexualidad y la fertilidad. Despierta en nosotros la creatividad y la curiosidad en los niños, por ejemplo. Nuestros sentidos se estimulan y alimentan nuestra imaginación.

En nuestro físico: el aumento de las horas de luz solar produce reacciones algunas negativas y otras positivas.  El incremento en la asimilación de vitaminas nos beneficia en el funcionamiento, crecimiento y desarrollo normal en nuestro cuerpo físico, se estimula nuestro sistema nervioso, por otro lado, aparecen las alergias, afecciones cutáneas, gastroenteritis, etc.

En nuestra psiquis: el aumento de la producción de serotonina, dopamina, oxitocina y melatonina aumenta esa sensación de Felicidad que nos lleva a un cambio en nuestra forma de relacionarnos con los demás.  Asimismo, se experimentan fluctuaciones en nuestros estados de ánimos; Energía y optimismo, versus fatiga y desanimo. La Alegría y Exaltación nos llevan a decir que nos sentimos vivos; llenos de energía, positivos, más contentos, con ganas de emprender actividades nuevas y dormir menos. Y para otras personas esos mismos cambios les producen cansancio, somnolencia, irritabilidad llegando inclusive a tener alteraciones en su ritmo cardíaco. Dichos cambios sutiles, impactan en nuestra vida cotidiana y en la relación con nosotros mismos y nuestro entorno.

¿Hay algo más?

Claro que Si !!!  La primavera simboliza la renovación, el resurgir de la naturaleza en ciclos de fertilidad y reproducción para dar nuevamente vida y vida en abundancia, no solo en la naturaleza exterior, sino dentro de nosotros. Fuerzas que nos invitan al trabajo interior, al despertar de la conciencia y al trabajo con nuestras energías creadoras para que nazca el Hombre auténtico.

La cultura gnóstica te invita a vivir la primavera desde tu interior.

Esotéricamente el equinoccio de primavera, simboliza el momento de renovación espiritual. El sol cada año, realiza un viaje elíptico que comienza el 25 de diciembre. Deberíamos preguntarnos ¿Por qué el nacimiento de Cristo se celebra en el solsticio de invierno y su muerte y resurrección en el equinoccio de primavera?

… “El Cristo Sol se crucifica en nuestro planeta tierra para dar vida a todo lo que existe, después de su muerte resucita en toda la creación, madura entonces la uva y el grano” “Este drama cósmico se representa en todos los templos de Egipto, Grecia, India, México, etc.” … Samael Aun Weor (1966 – el collar del budha (mensaje de navidad 1966-1967) cap. I – el niño sol, ediciones gnósticas)

Ese Sol físico no es más que un símbolo presente en antiguas civilizaciones y representa al Sol Espiritual, al Cristo Sol. Así podemos comprender por qué los antiguos rendían culto al Sol, pero no se referían a ese sol físico, sino al sol espiritual el sol de la medianoche, al Cristo Sol.

En estos momentos la humanidad está pendiente de la fama, de la moda, del dinero, del sexo, etc. Pero nosotros mismos podemos realizar las modificaciones necesarias y colaborar con el sol; para que se realicen esos cambios que nos van a ayudar a ser cada día mejores personas.

 Debemos saber, que en nuestras glándulas hay gérmenes de vida que pueden transformarnos, que podemos desarrollarlos y asi llegar a convertirnos en Hombres auténticos.

Debemos cambiar nuestra forma de Pensar, Sentir y Actuar y realizar en nosotros una verdadera Revolución en nuestra Conciencia, la que nos llevará al despertar y a un nuevo nacimiento sacrificándonos conscientemente por la Humanidad.   Y a vivir plenamente la primavera como esa oportunidad que la misma naturaleza nos brinda para formar parte de esa cosecha de verdaderos Hombres Solares.

Al igual que la Primavera la cultura gnóstica te invita a un Nuevo Despertar. La Gnosis es una verdadera cultura de regeneración, que nos da los conocimientos necesarios para realizar los verdaderos cambios, que nos enseña a utilizar todas esas energías que nos brinda la naturaleza, que nos da las herramientas con las cuales podemos trabajar para que nazca en nosotros el Hombre Verdadero.

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